| Descripción |
"El trabajo fotográfico de Humberto Rivas es uno de los más singulares dentro del panorama de la fotografía española del último cuarto del siglo pasado. Desde su llegada a España procedente de Argentina en 1976 hasta su muerte, acaecida en 2009, su figura no solo destacó muy pronto, sino que además ejerció una enorme influencia sobre diferentes generaciones de fotógrafos. La personalidad de su obra, alejada de las diferentes corrientes y posiciones dominantes en los años setenta y ochenta, aparece recorrida por un acentuado clasicismo y dotada de una estimable precisión técnica.
En su trayectoria transitó fundamentalmente por dos géneros fotográficos bien definidos: el retrato y el paisaje. Sus retratos, que retoman y personalizan con eficacia una herencia que pasa por nombres como August Sander, Richard Avedon o Irving Penn, están caracterizados por la concentración sobre el rostro del personaje y su mirada. Dos elementos a partir de los cuales construye una compleja trama entre expresión y psicología, apariencia y esencia.
En cuanto al paisaje, su práctica está orientada fundamentalmente hacia el registro de arquitecturas, conformando un tipo muy característico de "paisajes arquitectónicos" donde se combinan a la perfección las atmósferas oníricas o rememorativas, el uso dramático y teatral de la iluminación y una precisa lectura de la forma arquitectónica. Al igual que ocurre en sus retratos, en estos paisajes trata de extraer, a través de una específica y muy controlada construcción fotográfica, la realidad que aguarda bajo la superficie.
Es el caso de la fotografía Corbera de Ebro, realizada en 1998 y perteneciente al proyecto "Huellas de la Guerra Civil". Con "Huellas" Humberto Rivas ahonda en la memoria visible de la Guerra Civil Española, con un enfoque que resulta tan rememorativo como testimonial. Aborda, por una parte, la recuperación de la historia, la expresión del sufrimiento y la derrota de los sueños, y, por otra, la materialización de la memoria, a través de los restos que aún perduran y dejan ver las "huellas" de la guerra en diferentes poblaciones o emplazamientos.
En esta fotografía aparecen muchas de las claves de su estilo: su maestría en el tratamiento de la noche y la oscuridad, algo que le permite dilatar el tiempo e instalar una duración dramática en la imagen; la transformación de la ruina en espectro, en este caso espectro de la historia; o convertir el perfil y el esqueleto de los edificios en verdaderos personajes de un decorado de sombras. El paisaje después de la batalla se ha transformado aquí en un escenario para la representación del recuerdo". (Texto de Alberto Martin, Catálogo Colección CA2M, 2010).
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